sábado, 15 de octubre de 2011

SANGRIENTO AMOR

Para que me escuches mis palabras,
se adelgazan aveces,
como las huellas de las gaviotas en la playa.

Y veo tan lejanas mis palabras,
no mías sino tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como yedras.
Ellas trepan por las paredes de mi corazón,
tu eres la culpable de este sangriento juego

Ellas huyen de mi guardia oscura.
Todo lo llenas tú. todo lo llenas.

Antes que tu ya poblaron la soledad en la que estás,
y están más acostumbradas que tu a mi tristeza.

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tu las oigas como quiero que me oigas tu.
El viento de la angustia aún las suele arrastrar,
huracanes de sueños aún aveces las tumban.

Para ya y déjame,
este juego acabo para mi...
aquel día...
lo acabastes todo...

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